Matriarcats
En Burkina Faso nos encontramos con algunas etnias matriarcales. Son pocas las sociedades que se estructuran de esta forma actualmente, pero hay algunas en otros países como en China, Méjico y Guinea Bissau.
En la península ibérica concretamente en el siglo III antes de Cristo, se tiene conocimiento de la existencia de unes tribus matriarcales en Cantabria y en el País vasco.
La unidad matricéntrica sería la unidad de parentesco básica. El patriarcado se basa sobre un artificio cultural: la paternidad es una construcción social; Mater semper certa est es una máxima del derecho romano en el que se basan la mayoría de legislaciones, ya que la maternidad viene determinada por el hecho del embarazo y no puede ser impugnada, en cambio la paternidad “pater semper incertus est” es una presunción legal que la tiene quien está casado con la mujer o de quien ella reconoce como padre y por tanto siempre puede ser impugnada.
El matriarcado no es lo contrario del patriarcado, en el sentido de una sociedad dominada por la mujer o madre ya que esto implicaría una realidad bruta o realidad objetiva impositiva. El matriarcalismo es una estructura psicosocial, que mantiene el equilibrio de fuerzas entre mujeres y hombres. La mujer educa, sociabiliza e instruye con el respeto a los mayores.
En las culturas africanas matrilineales todas las personas son “agentes maternos“, aquellas que realizan una función maternal, sin tratarse necesariamente de madres biológicas e incluyendo también a los hombres. Su economía se basa en el cuidar y el ser cuidado, es la conciencia de haber nacido todos de una madre. Se trata de la “maternidad social”, por el cual la maternidad se extiende al resto de la sociedad.
A nivel económico, son sociedades principalmente agrícolas donde no acumulan bienes sino que reparten la producción entre toda la sociedad de forma equitativa.
A nivel social, la madre esta visible a diferencia del patriarcado que invisibiliza y esclaviza a las mujeres. Los clanes son sanguíneos y matrilineales, es decir se adquiere el apellido materno. No son necesarias las jerarquías para asegurar el reparto igualitario de bienes, son sociedades horizontales de parentela matrilineal.
A nivel político, se toman decisiones a nivel familiar y popular por consenso donde se tiene en cuenta el interés de la comunidad sin importar el poder individual que de hecho no existe.
A nivel espiritual, todo el mundo es contemplado como divino y femenino. Todo es sagrado, se caracterizan por la tolerancia, la ausencia de dogmas y la plena libertad religiosa.
La cultura lobby es una sociedad matriarcal, donde la poligamia está permitida e incluso fomentada por las mismas mujeres, donde el varón vive en una cabaña y cada una de las mujeres con sus hijos en otra diferente. Aunque las tareas agrícolas son compartidas, las mujeres tienen un huerto propio, de donde cada una consigue unos ahorros propios, no compartidos con el resto de la familia. En esta etnia también se practica el rito iniciático a la edad adulta de la mujer con la ablación genital y son ellas las que lo deciden y hacen sin contar con los hombres.
Actualmente debido a la globalización estas sociedades están en vías de desaparición, incluso elles mismas quieren asemejarse a las estructures patriarcales. El Código de la Persona y de la familia de 16 de noviembre de 1.989 dejó sin efecto el Derecho consuetudinario (el de las costumbres locales), pero es una ley muy joven y aún tenemos estructuras familiares que siguen dando los apellidos de la madre puesto que es una tradición muy arraigada y la ley lo permite en caso de desacuerdo entre los progenitores.